¡Que bonita e instructiva la Homilía de hoy en la Misa!
Decir sin miedo: soy de Jesús. Y decirlo bien alto.
En el evangelio se hablaba del ciego que llamaba a gritos a Jesús para que le devolviera la vista. Y muchas personas le mandaban callar, y nada, que el ciego seguía gritando y pidiéndole a Jesús: Jesús, hijo de David, ten compasión de mi.
Precioso domingo con Santa Misa y Rosario incluído.
Un abrazo fuerte para todos,
Muá
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