viernes, 18 de abril de 2014

PROCESIÓN DEL VIERNES SANTO EN GALAPAGAR

Eran casi las diez de la noche y acababa de aparcar el coche junto a mi casa, después de trabajar durante 11 horas seguidas. Cansadísima, hambrienta, y ... sola.

De pronto, un poco antes de llegar al portal, cargada de las bolsas de la comida, el bolso, y el uniforme de trabajo, comienzo a oir unos tambores. Me ocurre que cuando oigo el ruido de los tambores, mi imaginación corre a una situación de la que no soy consciente haber vivido, pero que me impresiona como si así hubiera sido: se me ponen los pelos de punta. Me veo rodeada de gente y siendo llevada al cadalso, a terminar con mi pobre vida. En fin, tal vez sea pura imaginación, pero siempre me ocurre igual: como digo, los pelos de punta, el corazón encogido, y un terror que me recorre como una sacudida por todo el cuerpo.

Luego, el pon, pon, pon de los tambores, se comienza a escuchar más fuerte. Me sitúo junto a una familia y empiezo a ver a unos penitentes que a mi siempre me recuerdan a un grupo del ku klus klan. En fin, que sigo con el corazón encogido.

Uno de los niños de la familia que está a mi lado, anda revoltoso y no para de hablar. Peor se pone la cosa, porque llega el padre y empieza a decir a voz en grito que no sé que de un penalti. No digo nada, pero me voy hacia la izquierda, a la otra esquina, que ya alberga algunas personas. Y, si, es la Procesión de Semana Santa del Viernes Santo, en las calles de mi Galapagar.

Me he quedado extasiada. ¡Que solemnidad!. ¡Que imagen del Cristo Crucificado, y de Su Madre bajo palio!. Y, sí, seguían los tambores, pero ya se me había olvidado el susto anterior. Ahora me encontraba viendo y disfrutando, en directo, de la Procesión.

Cuando he vuelto a casa, he recordado las Procesiones de Semana Santa de mi Málaga querida. Son diferentes. Muy diferentes. Pero igual de preciosas. En Málaga hay tantas Procesiones al mismo tiempo, que hay que salir corriendo cuando ves una, a la calle No se cual, a ver la otra. Termina ésta y otra vez a correr a ver la de la calle Otra que pasa El Cristo de los Gitanos. Y, así sucesivamente. De tal forma que en Málaga reparten folletos con los horarios y travesías, casi minuto a minuto. Pero, aquí en Galapagar, es distinto: la Procesión es mas sobria y además sólo hay una. Y hoy era la del Viernes Santo.

Os pongo dos fotos que he hecho con mi móvil nuevo (regalo de mi niño).




Un abrazo,
Muá




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